Hans J. Wegner

Nació en Tønder, Dinamarca, de padre zapatero, siempre rodeado de herramientas y utensilios, a los 17 años terminó su aprendizaje como ebanista. Trabajó como aprendiz, y más tarde, como colaborador de otros nombres notables de la época, como Arne Jacobsen, Poul Hennignsen o Verner Panton.

Su aportación consistió en suavizar más todavía las líneas ya cálidas del diseño nórdico de posguerra, y en dar un aire frágil a estructuras complejas y robustas. Dentro de los diseñadores daneses de mediados de siglo, es considerado uno de los grandes diseñadores de asientos más creativos y prolíficos. Muchos de sus diseños aún gozan hoy de buena salud.