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Casa Pepita es uno de nuestros proyectos más especiales. Se presenta como otro rincón del universo Pepita de Oliva, un espacio moderno ubicado en el local de La Gran Antilla en Rúa Riego de Agua, 54, un edificio con elementos Modernistas que cuenta con más de 130 años de historia. A la hora de plantear el proyecto, lo primero fue hacerlo teniendo en cuenta que teníamos que hacer una extensión de nuestra marca, de lo que es Pepita de Oliva. Algo que fuese acorde a sus valores y a lo que quiere transmitir a los demás.
Desde el primer momento tuvimos claro que queríamos respetar la esencia única del inmueble y que nuestra intervención no cambiase la imagen de lo que ha sido la Gran Antilla, sino que conviviese con ella.
Prestando atención a la parte delantera del local, incorporamos una barra de madera maciza, en el mismo acabado que el resto del mobiliario y añadimos la encimera de mármol amarula. Desde el principio sabíamos que la protagonista en Casa Pepita debía ser la música, por eso decidimos empotrar en la barra dos platos de vinilo, donde actualmente pinchan diferentes dj’s cada fin de semana.
La parte trasera, ahora convertida en comedor y cocina a parte, era el antiguo obrador de La Gran Antilla. El comedor tiene un suelo de pino que le otorga el carácter mid- century que caracteriza a Pepita de Oliva. En esta zona también añadimos una bancada en L fabricada en alistonado de pino.
En la escala del mobiliario, este es un reflejo de Pepita de Oliva. Piezas originales mid-century, que son la esencia de nuestra marca. Combinamos estos diseños con piezas fabricadas a medida, que también ofrece nuestro estudio. Uno de los elementos del mobiliario al que otorgamos importancia son las sillas DSX de la serie Fiberglass, fabricadas por Herman Miller en EEUU y diseñadas por Ray y Charles Eames. Se trata de unas sillas de fibra de vidrio coloreada y patas de hierro tipo H.
La iluminación es fundamental para nosotros en un proyecto y en este caso quisimos añadir luz regulable tanto en la parte de delante como en la parte de atrás para conseguir distintos ambientes en función del momento del día. Optamos por unas piezas que intentasen pasar desapercibidas para no robarle protagonismo al techo original. Con respecto a las lámparas decorativas, además de las del escaparate suspendidas de Poulsen, incorporamos unas MayDay de FLOS en el baño, una Sylvestrina de Santa & Cole en la zona de los vinilos y otra de Maison de Vacances en el comedor de la parte de atrás.
Para la decoración del espacio, conservamos elementos del antiguo local como el reloj, reparado por relojería Nemesio. Desde Pepita además nos hemos encargado de toda la obra gráfica expuesta en las paredes y hemos incorporado en la zona de comedor una obra de Diego Cabezas.
Casa Pepita cuenta en las estanterías con productos Pepita de Oliva como velas, camisetas, gorras o bolsas ya que queremos que sea un espacio donde también se puedan adquirir estos productos. De las flores, siempre presentes de mayor o menor forma en nuestros proyectos, se encargaron en La Bendita Flor.